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Mostrando entradas de junio, 2019

Herencia

Una humilde basiliense, madre de dos gemelas y viuda desde hacía quince años de un marinero, sacó de un viejo cajón de su habitación conyugal un “moneygami”. Lo guardó en su bolsillo, felicitó a sus hijas por su cumpleaños y salió de casa con la promesa de volver pronto. Minutos más tarde regresó, con una pacífica sonrisa en el rostro y dos barcos de quinientos francos para ellas. Ni más, ni menos.

Tus ojos claros

Hoy mis miedos son instantes que se quiebran ya cual loza si tu mano a tientas roza con mi rostro, sí, el de antes. Yo querré que siempre cantes cuando vuelva tu alegría y en la más ardua agonía no seré quien su amor transe. ¿En que de amarte me canse? No,  jamás llegará el día.

El despertar

Permanecía absorto, admirando aquel hermoso arte en donde el cielo y las nubes brillaban naranja; perdido totalmente entre las remarcadas sombras expuestas ante él. Pero ese paisaje tan cercano lo sintió de repente muy lejano, y el horizonte no le pareció infinito. Vivir la realidad le resultó imperante. Abandonó entonces con prisa su asiento y allí sólo quedó la pantalla verde.

A una noche otoñal

Sobre un mar de hojas secas, en tu inmensidad, bajo tu piel sombría y de brillantes pecas, se inunda tu alma bravía de frescos rostros de amantes, de anarquía. No eres la de las brujas que en tus negros y naranjas se escudan, eres lo que hoy dibujas: dos cuerpos que sudan entre los fríos vientos que les desnudan.

El sofá

Sinopsis: Nick, un joven que vive solo en su apartamento, acude a Roger, un excompañero de la facultad de medicina, para que lo ayude con el cadáver de su exnovia. EL SOFÁ INT. APARTAMENTO / SALA DE ESTAR - DÍA ROGER (28) entra a la sala (suelo de madera). Se muestra incómodo por la oscuridad del lugar y abre las cortinas. Ante él se descubre, sobre el sofá, el cuerpo inerte de la exnovia de NICK (25). ROGER ¿Qué hiciste? NICK ¡No lo sé, todo pasó muy rápido! ROGER ¡Después de tantos años y aún metido en líos! NICK ¿Me vas a ayudar, o no? ROGER ¡Por Dios, Nick! NICK ¡No tuve elección! ROGER Me explicas luego. Te ayudaré, pero has de pagarme muy bien. NICK Bien… Nick vuelve a cerrar todo en el lugar para evitar levantar cualquier sospecha. ROGER Por lo menos esta vez no hiciste todo un desastre, ni rastro de sangre. ¡En la facultad no me lo creerían! NICK (dice en tono jocoso) ¡No quería estrope

Clandestino

Llegué a la esquina prevista cerca del mediodía. Aguardé allí un rato, para asegurarme de que el dueño de la tienda ya hubiese salido a almorzar. Pasados unos minutos, me acerqué al Coppola’s. Su fachada era de una arquitectura antigua propia de Roma, pero evidentemente había sido remodelada. Dos grandes ventanas de exhibición, una a cada lado de la entrada, dejaban ver pirámides de sombreros sobre un fondo ocre. La puerta principal, polarizada en blanco, reflejaba pobremente mi pálida tez. Saqué entonces el juego de llaves proporcionado por mi enigmático cliente, entré a la tienda, e inicié un reconocimiento rápido. Dentro del lugar había varios estantes, ordenados simétricamente a lo largo y ancho del enorme salón cuadrado, un par de puertas en las esquinas posteriores y un mostrador en medio. Sobre éste último yacía descaradamente el cadáver. Era el cuerpo de un hombre delgado y de piel oscura. Tenía el torso desnudo, pies descalzos y un pantalón beige con negro. Además, una ser

Obra inédita

Tras observar detenidamente el cuadro y reflejar su inconformidad, decidió hacer esta vez algo diferente, remover cada rastro de pintura del empolvado lienzo hasta dejarlo en su estado más puro. Fue entonces cuando ella supo que estaba lista para abandonar el tocador.

De Estocolmo a París

Esa noche se reencontró con el azul del cielo. Aquella mirada, aún después de tanto tiempo, la sintió mucho más real que cualquier condescendencia disfrazada de amor. La cura había ido hasta él. Corrió hacia ella a todo corazón, dejando atrás el falso paraíso, y congelándose bajo la torrencial lluvia, la besó.