Esa noche se reencontró con el azul del cielo. Aquella mirada, aún después de tanto tiempo, la sintió mucho más real que cualquier condescendencia disfrazada de amor. La cura había ido hasta él. Corrió hacia ella a todo corazón, dejando atrás el falso paraíso, y congelándose bajo la torrencial lluvia, la besó.
Repele leyes perennes. Vence gente que expele sed, que crece entre peste de heces. Mete en redes de peces reses que ceden en el test… ¡Él, exgerente del ente E.T., cree que es decente! ¡Je! Excelente mente, estrechez de frente. Teme que el tren de “eje endeble” se estrelle. Tres veces bebe té, tres veces lee el té; se ve demente, cree que de repente pereceré. Efervescente revés de fe. “¡Ese gen es menester entre reyes!” ¡Qué estrés! Este mes, entre trece lentes, emergeré de él, seré el bebé de tez verde que vender en el este.
Comentarios
Publicar un comentario