Ir al contenido principal

A una noche otoñal

Sobre un mar de hojas secas,
en tu inmensidad, bajo tu piel sombría
y de brillantes pecas,
se inunda tu alma bravía
de frescos rostros de amantes, de anarquía.

No eres la de las brujas
que en tus negros y naranjas se escudan,
eres lo que hoy dibujas:
dos cuerpos que sudan
entre los fríos vientos que les desnudan.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tregua

Veo tus joviales lágrimas deshacer el papel, El último ladrillo del muro de palabras  Que una vez pronunciadas por mí No tendrán ya que volar hasta ti. Veo una pacífica sonrisa aparecer en tu rostro Y desaparecer en el deseo, justo a tiempo Para darte por fin ese atascado beso  Que esperanzado dibujé bajo un triste candil. Dejo ahora en un rincón mi viejo casco, Para regresar, completo, a tus pacientes brazos.

Desde el ser

Repele leyes perennes. Vence gente que expele sed, que crece entre peste de heces. Mete en redes de peces reses que ceden en el test… ¡Él, exgerente del ente E.T., cree que es decente! ¡Je! Excelente mente, estrechez de frente. Teme que el tren de “eje endeble” se estrelle. Tres veces bebe té, tres veces lee el té; se ve demente, cree que de repente pereceré. Efervescente revés de fe. “¡Ese gen es menester entre reyes!” ¡Qué estrés! Este mes, entre trece lentes, emergeré de él, seré el bebé de tez verde que vender en el este.