Hoy mis miedos son instantes
que se quiebran ya cual loza
si tu mano a tientas roza
con mi rostro, sí, el de antes.
Yo querré que siempre cantes
cuando vuelva tu alegría
y en la más ardua agonía
no seré quien su amor transe.
¿En que de amarte me canse?
No, jamás llegará el día.
Comentarios
Publicar un comentario